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En una sartén freímos los ajos bien picados y sobre ellos pochamos las cebollas picadas bien finas a fuego muy lento (1 hora). Durante este tiempo iremos removiendo la cebolla hasta que se vuelva totalmente cristalina, salaremos y pondremos azúcar para que nos quede caramelizada. 

Cuando la tengamos prácticamente hecha le pondremos la copa de orujo y dejaremos reducir durante 2 o 3 minutos. 

En una cazuela poco honda y grande, pondremos las cigalas, previamente salpimentadas a fuego vivo durante 2 minutos y flambearemos con la copa de brandy o de wisky. Acto seguido reduciremos el fuego salpimentaremos  y rehogaremos durante 5 minutos con la cebolla confitada. 

Es importante ir removiendo la cazuela para mezclar bien los sabores. Rectificamos de sal, apagamos el fuego y directo a la mesa. 

Cualquier cava “brut nature” bien frío nos servirá para disfrutar de esta explosión de sabores. Dulce, salado, picante, marisco, cava....  que mas se puede pedir?