Ponemos los solomillos salpimentados al horno precalentado a 200 grados durante 30 minutos con las hierbas, 1/2 vaso de vino, 1/2 vaso de caldo de carne y les damos vuelta de vez en cuando. 

En una cazuela con 2 cucharadas de aceite, sofreímos la cebolla muy picada y los ajos también.

Una vez bien pochada añadimos los champiñones cortados a cuartos y las cayenas, salamos y dejamos cocer 5 minutos. Añadimos la harina, sofreímos removiendo 1 minuto y añadimos el vino blanco. Dejamos cocer hasta que reduzca, aproximadamente 10/15 minutos. 

Cortamos los solomillos en medallones y los acompañamos con los champiñones y su salsa que ha de quedar espesa, muy suave y con un punto a picante sin llegar a picar demasiado.